sábado, 28 de marzo de 2009

Flechaso hacia una amiga

Cuando cursaba el tercer año de secundaria me hice muy amiga de una chica que estudiaba en mi mismo salón, éramos mejores amigas en ese tiempo, de arriba para abajo, juntas todo el tiempo, ya éramos uña y mugre. Luego de clases, un día a la semana teníamos taller de Oratoria, yo amaba ese taller con toda mi vida. Ella iba a ese mismo taller conmigo y otros compañeros más, algunos nos juntábamos y almorzábamos juntos, era muy divertido. Usualmente éramos cuatro, Bryan y Julio (dos hermanos), mi mejor amiga de ese tiempo y yo. Julio y mi mejor amiga eran enamorados, Bryan y yo nos gustamos durante mucho tiempo, pero jamás estuvimos. Siempre la pasábamos bien.

Pero un día de aquellos yo andaba caminando en el patio, sin nada interesante que hacer y del comedor sale mi mejor amiga de aquel año, caminando de lo más normal, cuando la vi sentí un flechazo en mi corazón, lo sentí tan cercano a las fantasías de los dibujos de princesas. Fue algo que me asustó y agradó al mismo tiempo, ese sentimiento es incomparable, indescriptible. Seguro ya estarán pensando que me enamoré, no no, por favor no piensen así, que no me enamoré, es que ese momento en el que sentí el flechaso fue la primera vez que lo sentía y no podía yo creer que me estaba pasando, y menos con mi mejor amiga. En el primer momento en el que tuve lucidez empecé a tratar de tomar conciencia, o lo que para mí era tomar conciencia en ese tiempo sobre aquellas cosas. Y se me pasó. Me aproximé a ella y nos pusimos a hablar de lo más normal. Jamás se lo he contado, y tampoco pienso hacerlo, pero si lee este blog sabrá que es ella. Espero no se asuste ni tampoco se preocupe, porque la verdad no es de mi tipo. La quiero como amiga, eso es todo.

Esa fue una experiencia muy extraña, bonita, y definitivamente me gusraía que se repita en algún momento con mayor intensidad con una persona con la que sí se pueda esta vez.

Gracias por brindarme de su tiempo. Los quiero.

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