lunes, 6 de julio de 2009

Un secreto compartido con el mundo

Que feo es cuando perteneces a una familia en la que tu madre y tu abuela tienen prejuicios con los gays, bisexuales y transexuales. Escuchar todas esas críticas, ver el rostro de ty mamá con el gesto de desprecio cada vez que hay alguna noticia de esas personas o aparece algún programa en la TV relacionado con ellos. Personas en las que estás incluído(a).

Aguantar esas ganas tremendas de decirlo, de confesarlo. El único motivo para callar es esa consecuencia, la maldita consecuencia. Que te calla, que te cierra la boca como si entre tus labios no existiera avertura alguna.

Lo chistoso es que muchos amigos míos, o conocidos, lo saben, menos mis padres, hasta mi hermana lo sabe. ¡Tengo un blog en el cual personas de todo el mundo pueden saberlo! Menos mis padres.

Muchas veces he querido decírselo a mi papá, pero nunca me parece el momento adecuado, aunque creo que él ya lo sospecha.
Mi mamá lo ha pensado creo, puedo verlo en su rostro cuando en la televsición estoy viendo a Tila Tequila. Y se nota mucho que le molesta. Tengo miedo de decírselo y que la consecuencia sea peor de lo que espero o puedo soportar.

Yo me siento bien con lo que soy, me gustan ambos sexos, hombre y mujer, importa lo de dentro no la anatomía.

Gracias por brindarme de su tiempo. Los quiero.