lunes, 6 de julio de 2009

Un secreto compartido con el mundo

Que feo es cuando perteneces a una familia en la que tu madre y tu abuela tienen prejuicios con los gays, bisexuales y transexuales. Escuchar todas esas críticas, ver el rostro de ty mamá con el gesto de desprecio cada vez que hay alguna noticia de esas personas o aparece algún programa en la TV relacionado con ellos. Personas en las que estás incluído(a).

Aguantar esas ganas tremendas de decirlo, de confesarlo. El único motivo para callar es esa consecuencia, la maldita consecuencia. Que te calla, que te cierra la boca como si entre tus labios no existiera avertura alguna.

Lo chistoso es que muchos amigos míos, o conocidos, lo saben, menos mis padres, hasta mi hermana lo sabe. ¡Tengo un blog en el cual personas de todo el mundo pueden saberlo! Menos mis padres.

Muchas veces he querido decírselo a mi papá, pero nunca me parece el momento adecuado, aunque creo que él ya lo sospecha.
Mi mamá lo ha pensado creo, puedo verlo en su rostro cuando en la televsición estoy viendo a Tila Tequila. Y se nota mucho que le molesta. Tengo miedo de decírselo y que la consecuencia sea peor de lo que espero o puedo soportar.

Yo me siento bien con lo que soy, me gustan ambos sexos, hombre y mujer, importa lo de dentro no la anatomía.

Gracias por brindarme de su tiempo. Los quiero.

3 comentarios:

  1. hola!!!
    mm pue si, yo creo qe es un gran problema eso de los prejuicios, y es mas bien por ignoracia, jeje mm en fin... talvez todas las ideas erroneas que tienen tus padres hacia las diferentes orientaciones sexuales cambien con tu salida del closet y lo traten de aceptar, :)

    bueno me voyy
    adioss!!!

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  2. Disculpame, me tarde años (literalmente) encontestar.
    Eres muy lindo, gracias por tus palabras y por leerme, se que no entro mucho pero estoy entrando mas seguido ahora. Espero no peder rastro.
    Gracias.

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  3. Wow... apenas he empezado a leer algunas entradas tuyas y he visto que hemos pasado por experiencias muy similares. Me agrada leerte porque siento que no soy la única que de pronto se siente fuera de lugar a pesar de que nos guste ser como somos.
    Un abrazo

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